La siniestralidad vial en Cartagena se ha convertido en un desafío que pone en peligro la vida de sus habitantes y afecta el bienestar de la ciudad. Los accidentes, cada vez más frecuentes, causan pérdidas humanas y materiales significativas.
El panorama actual: Efecto de la siniestralidad vial en Cartagena
Al analizar la siniestralidad vial en Cartagena se identifica un reto de seguridad que impacta a sus habitantes de forma directa. Sucede que la ciudad maneja cifras preocupantes de fallecidos y lesionados desde hace varios años ya.
Cifras que alarman: el peso estadístico de los siniestros en la ciudad
Las estadísticas pintan un cuadro inquietante:
- En 2023, la ciudad registró 1.228 accidentes de tráfico, una reducción frente a los 2.482 de 2022, lo que equivale a un descenso aproximado del 50%. A pesar de esta mejora, la letalidad no ha disminuido proporcionalmente.
- En el primer semestre de 2023 se reportaron 60 fallecidos, una cifra muy cercana a las 59 muertes del mismo período en 2024.
- Los atropellos, aunque bajaron de 390 en 2022 a 282 en 2023, mostraron un aumento en su gravedad, con la proporción de muertes por estos incidentes creciendo del 7,7% al 15% del total de accidentes fatales entre ambos años.
- Las motocicletas, involucradas en el 65% de los atropellos en 2023, agravan aún más este panorama, evidenciando que la seguridad vial sigue siendo un desafío crítico.
Todo esto, señalan la urgencia de mejorar la infraestructura, educación y normativa para proteger a transeúntes, conductores y todos los usuarios viales de la ciudad.
Puntos negros en el mapa: Las vías cartageneras más peligrosas
Si nos enfocamos en Cartagena, algunas zonas se han convertido en verdaderos focos de peligro para conductores y peatones, según datos de El Universal.
- Vía a Barú. Una de las más letales, con 8 fallecidos y 12 heridos en el último período analizado.
- Vía a Mamonal. Acumula 3 muertes y 67 lesionados, reflejando el alto volumen de tráfico y las condiciones riesgosas de esta ruta.
- Diagonal 21. Conocida como Avenida del Bosque, reporta 3 fallecidos y 28 heridos.
- Avenida del Lago. Suma 3 muertes y 3 lesionados.
- Otros. Barrios como Olaya Herrera, El Bosque, Bocagrande y el Centro Histórico también destacan por su alta siniestralidad.
En todos los anteriores, coinciden factores como el congestionamiento, la falta de señalización adecuada y el cruce frecuente de peatones. Estos “puntos negros” exigen medidas específicas para reducir los riesgos.
Más allá de la licencia: Debe incluirse una formación vial efectiva
Obtener la licencia de conducir suele limitarse a pasar un examen teórico y práctico básico, pero esto no basta para enfrentar los retos reales de la ciudad. Una formación vial efectiva debe trascender notablemente en la seguridad integral.
Brechas actuales: Lo que NO cubren los cursos tradicionales
Los cursos tradicionales de conducción enseñan las normas básicas de tránsito y maniobras simples, pero no preparan a los conductores para situaciones complejas. La realidad está repleta de tráfico caótico, lluvias frecuentes o calles estrechas.
Además, se ignoran temas como el respeto a los peatones y la gestión de emociones en el volante. Esta formación incompleta es una de las razones por las que persisten los problemas de seguridad vial en la ciudad.

Pilares indispensables para una educación integral
Una educación vial integral debe tener bases que combinen habilidades técnicas, actitudes responsables y conocimientos locales. Esto incluye lo siguiente:
- Conducción defensiva en entornos complejos. Manejo en lluvia, vías angostas, cruces no señalizados.
- Cultura ciudadana. Respeto a peatones y actores vulnerables
(enfoque en zonas turísticas y escolares). - Normativas locales. Restricciones en Centro Histórico, paraderos de buses, etc.
- Habilidades psicológicas. Control del estrés y conductas agresivas
(técnicas para manejar presión en trancones o conflictos viales). - Simulaciones realistas. Prácticas obligatorias en escenarios críticos de la ciudad.
Estos elementos, que van más allá de lo técnico básico, son fundamentales para formar conductores capaces de adaptarse a las particularidades de la ciudad y promover una movilidad más segura.
Impacto tangible: Cómo una mejor formación puede transformar las calles
Una educación vial de calidad tiene el poder de cambiar las calles para mejor. Al capacitar a los conductores integralmente, no solo se reducen los accidentes, también se promueve la responsabilidad y se generan ahorros para la sociedad.
- Reducción directa. Proyección de disminución en accidentes graves.
- Conductores resilientes. Mayor capacidad para responder a imprevistos.
- Ahorro comunitario. Alivio financiero para el sistema de salud y transporte.
Con una educación vial efectiva y políticas preventivas, Cartagena podría destacarse como ejemplo a seguir en Colombia. Al bajar su accidentalidad y fortalecer la cultura vial, la ciudad elevaría el bienestar e inspiraría a otros.
Atender la siniestralidad vial en Cartagena se traduce en la excelencia de la educación vial
¡Sí! El tema de la siniestralidad vial en Cartagena se ataca desde una educación vial íntegra y adaptada a la realidad. Esta debe ser mucho más que un trámite para obtener una licencia de conducción, se trata de formar ciudadanos de calidad.
Los beneficios de esta formación no se limitan a quienes están al volante, se extienden a toda la comunidad cartagenera. Calles más seguras significan menos accidentes y alivia la presión sobre los servicios de emergencia. Todo suma a lo positivo de la ciudad. ¡La clave para una movilidad sostenible está en la preparación y el compromiso de todos!
